
Mientras muchos se tomarán un descanso durante las vacaciones de verano, el equipo de Cadillac estará completamente enfocado en su preparación para su debut en la Fórmula 1. A diferencia de otras escuderías que ya están establecidas, ellos se encuentran en plena etapa de desarrollo y aprendizaje, lo que implica un trabajo intenso durante el receso.
Para familiarizarse con las exigencias de la categoría reina del automovilismo, Cadillac utilizará un monoplaza Ferrari de la temporada 2023. Esta elección estratégica les permitirá dar sus primeros pasos sobre el asfalto sin la presión de competir, centrándose en la recopilación de datos y en la adaptación al entorno de la F1.
El objetivo principal no es alcanzar grandes velocidades, sino lograr la máxima precisión en cada aspecto del trabajo en pista. Más que tiempos rápidos, Cadillac busca establecer una base sólida y confiable que les permita ser competitivos a largo plazo.
En este proceso, los ingenieros se enfocarán en calibrar cada sistema del coche al detalle. El rendimiento técnico y la fiabilidad serán clave para evitar problemas una vez que comience la temporada oficial. Se trata de un ejercicio meticuloso donde cada pequeño ajuste cuenta.
Mientras tanto, los mecánicos ensayarán cada paso, desde los protocolos de arranque hasta las paradas en boxes, buscando que cada acción se convierta en una coreografía sincronizada. Todo esto forma parte de una preparación que apunta no solo a participar, sino a destacarse cuando finalmente debuten en el campeonato.